Los mejores bañadores Speedo del 2025

Este bañador Speedo Eco Endurance+ de 7 cm es perfecto para quien nada de forma habitual, ya sea en piscina o al aire libre. Su tejido resistente al cloro ayuda a que no se deteriore rápido, algo que se agradece si te pasas horas dándole al crol o al estilo libre. Además, aunque sea ajustado, permite bastante libertad de movimiento, lo cual es clave para que no te sientas pringado o bloqueado mientras nadas. Otra cosa que mola es su cintura con cordón, que asegura que el bañador no se mueva cuando cambias de postura o empiezas una vuelta rápida. Y el secado rápido es un plus para evitar esa sensación incómoda de bañador mojado tras la sesión. Si buscas algo fiable para entrenar sin que se desgaste rápido, este modelo en color Black parece una apuesta segura. No es para hacer turismo, pero en la piscina cumple bien.

Para los que nadan habitualmente, especialmente si pasan tiempo en piscinas con cloro, el bañador Speedo Eco Endurance+ I en negro es una opción práctica. Está diseñado para aguantar bien el desgaste que provoca el cloro, algo que siempre agradecen quienes entrenan varias veces por semana. Además, su cintura con cordón es un punto a favor si no quieres estar preocupándote de que el bañador se te caiga durante el ejercicio o mientras corres hacia la piscina.

Otra ventaja que me parece útil es lo rápido que seca después del entrenamiento; eso ayuda un montón para no tener que ir todo el día con el bañador mojado. Por lo que se lee, la libertad de movimiento que ofrece también puede ser un alivio para no sentirte encorsetado en el agua. En resumen, parece un producto pensado para nadadores habituales y que valoran comodidad sin complicarse demasiado con el mantenimiento. Podría merecer la pena si buscas algo duradero y cómodo que no dé problemas.

Para quien se pase horas en la piscina, ya sea entrenando o simplemente disfrutando, este bañador de una pieza de Speedo puede encajar muy bien. El diseño Medalist está pensado para que el hombro se mueva sin restricciones, algo clave si haces natación regular y quieres evitar esa sensación de estar atrapada por el bañador. Además, la comodidad está asegurada, lo que no es cualquier cosa cuando se lleva mucho rato puesto. Un detalle que me parece bastante guay es que lleva material reciclado; el 50 % del tejido proviene de residuos postconsumo, como botellas de plástico, lo que ayuda a darle un puntito más sostenible a la compra. También seca rápido, algo que se agradece para no quedar con esa sensación húmeda molesta al salir del agua. En definitiva, si buscas algo práctico pero con un compromiso ecológico y que no limite tus movimientos, esta opción parece bastante sólida.