Los mejores cascos de enduro MTB del 2025

El casco Leatt MTB Enduro 2.0 V23 en titanio es justo lo que necesita alguien que se mete en rutas de montaña exigentes y quiere un extra de seguridad sin renunciar a la comodidad. Con un peso de 0.45 kg y unas medidas de 22.86 cms de alto x 30.48 cms de largo x 20.32 cms de ancho, no se siente pesado ni aparatoso, lo que ayuda cuando te pasas horas pedaleando o bajando trialeras. La barra de mentón extraíble con botón facilita ir adaptándolo según la ruta sin complicaciones.

Otra cosa que mola es la tecnología de turbina 360°, que protege la cabeza de impactos rotatorios, algo clave cuando el terreno es irregular y no quieres sustos. Además, el sistema de cierre magnético Fidlock hace que el casco se ponga y quite súper rápido y seguro. Si buscas un casco pensado para aguantar el ritmo sin agobiar, este modelo tiene una pinta bastante solvente y realista.

Si te gusta el MTB de enduro o te estás metiendo en el downhill, el casco O'NEAL te puede venir de lujo. Está pensado para esos momentos en los que necesitas algo resistente, cómodo y que aguante bien los golpes sin volverte loco con el sudor o el calor, gracias a sus ventilaciones grandes que permiten que entre mucho aire. Además, su forro interior acolchado es extraíble y lavable, algo que se agradece porque nada peor que un casco que se queda pegajoso después de una buena ruta. Lo que me da bastante confianza es que cumple con la norma EN1078 y lleva tecnología IPX® ACells, así que no es cualquier casco de plástico. Su peso, alrededor de 1.35 kg , lo hace llevadero para una jornada larga, aunque no es el más ligero del mercado. En definitiva, parece un casco sólido con detalles que facilitan la comodidad, especialmente para quienes buscan algo fiable para ir tranquilos pero sin complicarse con productos super sofisticados. Por lo que vale, merece la pena considerarlo.

Si te gusta el enduro o el trail técnico y buscas un casco que combine protección sin agobiar, el Leatt MTB Enduro 2.0 V23 Casco, Small en titanio puede ser justo lo que necesitas. Es perfecto para ciclistas que valoran seguridad y comodidad en rutas largas o bajadas exigentes. Además, su tamaño contenido y peso ligero ( 0.45 kg ) ayudan a no notar tanto la carga en la cabeza después de horas pedaleando. Una cosa que me parece muy práctica es la barra de chin extraíble con botón rápido; así puedes adaptarte fácil si cambia el terreno o el estilo de la ruta. Otro punto a favor es el sistema magnético Fidlock para el cierre, que facilita poner y quitar el casco con una mano, algo que se agradece cuando vas con prisa o manos sudadas. El diseño incorpora además esa tecnología de turbina 360°, pensada para dispersar bien la energía en golpes. A partir de esas especificaciones, parece bastante fiable para quien necesite un casco robusto sin complicarse. Vale la pena si no quieres renunciar a seguridad sin sacrificar comodidad en recorridos de verdad intensos.