Los mejores cascos Bell para MTB del 2025

Para quien le flipa el mountain bike y busca un casco que ofrezca seguridad sin complicaciones, el BELL Super 3r MIPS puede ser justo lo que necesita. Su diseño con carcasa de policarbonato fundido asegura bastante resistencia, y la barra de barbilla envolvente da ese extra de protección en rutas más intensas o técnicas. Además, el color matte black le da un aire bastante minimalista que no pasa desapercibido.

Lo que mola es la visera ajustable que además funciona como guía para las gafas, algo que facilita mucho la vida en la montaña porque evita que se muevan o molesten, y la ventilación sobre las cejas ayuda a que el sudor no sea un problema. Con unas dimensiones de 17.78 cms de alto x 27.94 cms de largo x 22.86 cms de ancho y un peso de 0.45 kg, parece bastante equilibrado para largas sesiones. Viene además con garantía de tres años del fabricante, lo que da bastante tranquilidad a la hora de invertir. Es un casco que transmite seguridad sin ser demasiado aparatoso.

Para quienes disfrutan el MTB y buscan un casco que aguante bien las rutas más exigentes, el BELL 4forty Air MIPS es un candidato sólido. Su diseño no es solo para lucirlo; la carcasa robusta y la tecnología MIPS integrada aportan esa protección extra muy útil si te gusta ir al límite. Además, viene con una visera ajustable en tres posiciones que le da un toque práctico para días soleados o lluviosos, y parece pensado para que las gafas encajen sin complicaciones.

Otra cosa que mola es el sistema Float Fit, que no solo facilita el ajuste sino que también ayuda con la ventilación y la gestión del sudor gracias a su acolchado antimicrobiano. Este casco, con 22.86 cms de alto x 33.02 cms de largo x 22.86 cms de ancho y garantía de tres años del fabricante, transmite confianza, sobre todo viniendo de una marca como BELL. Si valoras la comodidad para rutas largas y la seguridad sin complicarte, merece tenerlo en cuenta.

Este casco BELL Sixer MIPS en Mate/Gloss Black Camo es ideal para quienes suelen hacer MTB o rutas largas por montaña y buscan algo ligero pero seguro. Con su talla M (55-59 cm) y un peso de apenas 395 gramos, se siente bastante cómodo sin agobiar la cabeza en salidas intensas. Además, la ventilación con 26 orificios, incluidos 4 frontales y el diseño de flujo doble, ayuda muchísimo a mantener la cabeza fresca, algo que se agradece los días de calor o rutas exigentes.

Lo que realmente me convence es el sistema MIPS, que es un extra para la seguridad en impactos con rotación, muy útil si te gusta ir más rápido o te preocupa un posible golpe. La estructura de policarbonato con tecnología Fusion InMold promete resistencia sin sacrificar ligereza, lo que aporta una sensación de estar protegido sin que parezca un casco pesado de obra. Para alguien que busca un casco fiable y con buen diseño, este parece un compañero bastante sólido.