Los mejores pulsómetros Polar con GPS del 2025

El Polar Pacer está pensado para corredores que buscan un reloj sencillo pero con lo justo para no complicarse. Si te mola llevar control del ritmo, distancia y frecuencia cardíaca sin perder tiempo en menús liosos, este aparato tiene pinta de ir en esa línea. Su peso ligero y el diseño compacto (0 cms de alto x 2.54 cms de largo x 2.54 cms de ancho) ayudan a que no se te haga molesto mientras corres, y esos botones accesibles facilitan todo, especialmente cuando estás en movimiento y no quieres perder foco.

Una ventaja que parece muy práctica es la pantalla en color MIP, que promete buena visibilidad incluso bajo el sol, algo que viene genial para entrenar a cualquier hora. Además, el procesador rápido asegura transiciones fluidas, así que no te atascarás navegando. Con el GPS integrado y el seguimiento preciso, la complicación de rastrear rutas se elimina. Por lo que he leído, está hecho para quienes no quieren más lío que ponerse las zapatillas y salir. Si buscas algo funcional pero bien pensado, puede darle bien al pescuezo.

El Polar M430 en Negro es perfecto para quien se toma en serio correr o hacer ejercicio sin complicarse demasiado. Su diseño compacto (5 cms de alto x 150 cms de largo x 5 cms de ancho) y su talla S, pensada para muñecas más pequeñas, lo hacen cómodo para entrenar sin sentir que llevas un ladrillo en la muñeca. Además, su GPS integrado no solo mide velocidad y distancia sino también altitud e inclinación, algo que viene genial si corres por montaña o haces rutas variadas.

Otra cosa útil es el pulsómetro que mide las pulsaciones desde la muñeca, así no necesitas banda adicional, y la función Sleep Plus, que analiza cómo duermes para ayudarte a entender mejor tus ciclos y recuperarte bien. Eso combinado con la garantía de dos años del fabricante da bastante confianza. Si quieres un reloj para entrenar con datos fiables y sin complicarte, este modelo cumple bastante bien.

El Polar H10 es ideal para gente que le guste controlar su frecuencia cardíaca con precisión, ya sea corriendo, en bici o en el gimnasio. Si llevas un smartwatch o ciclocomputador compatible, este sensor se empareja fácilmente gracias a sus conexiones por Bluetooth y ANT+, y hasta permite conectar varios dispositivos a la vez, lo que resulta muy cómodo para los que usan más de un aparato. Además, la banda pectoral de Red Beat está diseñada para que no se moleste ni se mueva durante el ejercicio, algo clave para evitar interrupciones.

Lo que realmente convence es su precisión, que viene avalada por ser el sensor ECG más fiable que ha hecho Polar hasta ahora. La posibilidad de guardar datos internamente y que sea resistente al agua hace que puedas entrenar sin preocuparte. Por cierto, tiene garantía de dos años del fabricante, lo que siempre da tranquilidad. En resumen, parece una compra sensata para quienes buscan exactitud y comodidad en su monitorización.