Los mejores pulsómetros GPS Polar del 2025

El Polar Pacer está pensado para quienes se toman en serio salir a correr, ya sean corredores principiantes o más experimentados que quieran algo ligero y sencillo sin complicaciones. Su diseño delgado y ligero facilita que no moleste durante sesiones largas, y la pantalla con retroiluminación optimizada asegura que los datos se vean bien, ya corras de día o de noche. Además, al tener botones accesibles, manejarlo en movimiento parece menos lío que en otros relojes. Lo que más llama la atención es su GPS con antena integrada, que promete un seguimiento bastante preciso, algo esencial para quienes valoran medir bien cada zancada y vuelta. Sumando esto a la guía personalizada para entrenamiento y recuperación, te ayuda a no pasarte de frenada y a cuidar el cuerpo. Con una garantía de dos años del fabricante y un procesador rápido, parece una apuesta sólida para quien quiere algo fiable sin complicarse demasiado. No es un reloj para todos los que buscan muñecos o historias raras, pero para correr y controlar lo justo, cumple con nota.

El Polar GPS G5 está pensado para quienes salen a correr o a hacer senderismo y quieren llevar un control preciso de su ruta sin complicarse con aparatos grandes o pesados. Su tamaño compacto (5.08 cms de alto x 2.54 cms de largo x 0 cms de ancho) y el hecho de que apenas pesa (0 kg, según especificaciones) lo hacen muy cómodo para llevarlo puesto sin casi notarlo. Es útil para cualquiera que quiera saber exactamente por dónde ha ido y a qué ritmo sin depender del móvil.

Lo que mola es que registra datos GPS con bastante precisión y luego puedes ver tu recorrido en un mapa gracias al software web compatible. Además, mide la distancia y el ritmo, así que es una forma sencilla de saber si estás mejorando. La batería dura unas 20 horas y se recarga por mini USB, lo que facilita no quedarse tirado en medio de un entrenamiento. En definitiva, parece una opción práctica y fiable si te gusta controlar bien tus salidas sin complicarte la vida.

El Polar H10 es ideal para gente que entrena en serio, tanto si te vas al gimnasio, haces bici, o incluso nadas. Es un sensor de frecuencia cardíaca que va más allá del típico pulsómetro porque es resistente al agua y aguanta bien en el pecho gracias a su correa con electrodos mejorados y puntos de silicona que evitan que se mueva mientras te esfuerzas. Además, no es nada incómodo, que eso a veces puede ser un problema con este tipo de dispositivos.

Lo que me parece bastante práctico es que conecta con todo: Bluetooth, ANT+ y hasta dos conexiones Bluetooth al mismo tiempo. Así puedes controlar tus datos en varios dispositivos o apps sin complicarte. El tamaño compacto (0 cms de alto x 2.54 cms de largo x 5.08 cms de ancho) y su diseño en negro discreto también suman puntos para usarlo a diario. Con una garantía de dos años del fabricante y la precisión que dicen tener, parece una apuesta fiable para quien quiere datos exactos sin líos.