Los mejores pulsómetros profesionales del 2025

El pulsioxímetro Beurer PO 30 es un aliado práctico para quienes necesitan controlar su saturación de oxígeno y pulso, especialmente si tienes alguna enfermedad respiratoria o simplemente te gusta cuidar tu salud. Al ser tan compacto, con unas dimensiones de 2.54 cms de alto x 5.08 cms de largo x 2.54 cms de ancho, se puede llevar en el bolsillo sin apenas darse cuenta, perfecto para llevarlo de excursión o en viajes sin que ocupe sitio. La pantalla a color facilita mucho la lectura de los datos, y tiene varios formatos para mostrar la información, lo que ayuda a no confundirte al ver las cifras.

Lo que me parece bastante útil es el brillo ajustable, que permite usarlo en cualquier ambiente sin forzar la vista, y el indicador de batería baja, que evita sustos cuando necesitas usarlo y se te ha olvidado cargarlo. Además, viene con correa y funda para que no lo pierdas ni se dañe, algo que se agradece para tenerlo siempre a mano. El diseño sencillo y ligero parece bastante fiable, transmitiendo seguridad a la hora de medir. En resumen, si buscas algo cómodo y sin complicaciones para monitorizarte, este Beurer puede ser justo lo que buscas.

La Duckdik Smart Band con sus dos correas en Negro + Negro es perfecta para quienes quieren llevar un control básico de su actividad diaria sin complicarse con pantallas. El podómetro integrado registra pasos, calorías y distancia, ideal para gente que pasea, corre o simplemente quiere estar más activa. Lo interesante es que, aunque no tiene pantalla, puedes consultar las notificaciones de llamadas y mensajes desde la muñeca, sin depender del móvil a cada rato.

Además, esta pulsera deportiva es resistente al agua, así que no hay que preocuparnos si nos pilla un chapuzón o la usamos para nadar un rato. Eso, junto con su pulsómetro que mide ritmo cardíaco y SpO₂, hace que sea una opción bastante completa para controlar el estado físico. Y ojo, que tiene 3 años fabricante, así que da confianza si piensas usarla a diario sin dramatismos. En resumen, parece un gadget práctico para quienes buscan algo sencillo pero efectivo.

Para quien se lo toma en serio y quiere controlar bien el pulso durante sus entrenos, el GEOID HS500 es un pulsómetro de correa ideal. Es perfecto para correr, ciclismo o fútbol, gracias a su precisión comprobada y la conexión ANT+/Bluetooth que hace fácil enlazarlo con casi cualquier dispositivo. Aunque no valga para la piscina, fuera del agua se sigue bien el ritmo para evitar pasarse de fuerza y quemar nervios de más. Lo que me llama la atención es esa batería que dura un montón, hasta 800 horas, o sea que no tienes que estar recargando cada poco. El diseño es fino y cómodo, con una luz LED que te avisa de que va todo correcto, lo que ayuda a no desconcentrarte mientras haces ejercicio. Si buscas un pulso fiable sin complicarte, este modelo en negro cumple bien y parece pensado para durar.