Las mejores bicicletas con amortiguadores del 2025

Para alguien que busca montar su propia bici de montaña sin complicarse con piezas raras, el cuadro QUYCOIU de 26 pulgadas puede ser justo lo que necesitas. Al estar hecho de acero de alto carbono, aguanta bien el desgaste y da esa sensación de robustez que viene genial para rutas con terreno irregular. Además, su amortiguador incorporado promete hacer esos baches menos molestos, y el freno de disco con liberación rápida facilita cambiar ruedas o ajustarlo rápido sin líos.

El diseño es ligero (unos 5 kg con amortiguador) y compacto, con unas medidas de 68.58 cms de alto x 53.34 cms de largo x 15.24 cms de ancho que parece encajar bien en bicis de tamaño medio. La estructura simple y estable evita que el cuadro se afloje fácilmente, lo que siempre da tranquilidad a la hora de salir al monte. En definitiva, un buen punto de partida para quien tenga claro que quiere una bici resistente y fácil de modificar.

Para quienes suelen dar caña en rutas de montaña exigentes, este amortiguador trasero de MeevrgR es una opción que merece la pena tener en cuenta. Con un tamaño de 210 mm (165 mm), ofrece un recorrido suficiente para absorber bien los baches y las piedras, haciendo que el trail sea menos traumático para las articulaciones. Su ajuste mediante regulación de presión de aire permite personalizar la dureza según el terreno o tu estilo, algo que va de lujo para quien cambia de rutas y no quiere ir siempre igual.

Además, está fabricado en aleación de aluminio, lo que le da resistencia y ligereza a la vez, y ese sellado impermeable evita que el polvo y la humedad fastidien su rendimiento. No es un producto básico ni tampoco un capricho, sino algo que aguanta bien el trote en condiciones duras. Si buscas un extra para que tu bici responda mejor en senderos complicados, este amortiguador tiene pinta de ser un compañero fiable.

Estos mangos de Peaty's en gris parecen ideales para quienes usan la bici a menudo, especialmente si los recorridos son largos o por terrenos complicados. La textura en forma de hongos y el diseño con agarre superior prometen mantener las manos firmes sin resbalones, algo que se agradece cuando vas por senderos o haces descensos. Además, la almohadilla extendida para el pulgar suena bastante bien para evitar esas ampollas molestas que a todos nos han fastidiado alguna ruta.

Otra cosa que mola es que el núcleo compensado absorbe vibraciones, lo que hace pensar que tus manos no acabarán reventadas tras un rato. Con unas dimensiones de 20.32 cms de alto x 2.54 cms de largo x 10.16 cms de ancho y la variedad de capas para personalizarlos, parece un buen equilibrio entre confort y control. No son magia, pero para alguien que rueda bastante, parecen un complemento que aporta bastante comodidad y estabilidad.