Las mejores bicicletas de carretera de carbono del 2025

Para alguien que se toma en serio el ciclismo de carretera y busca una bici ligera y cómoda para rutas largas, la ROCKBROS CTR 2.0 en talla L parece una opción muy interesante. El cuadro de carbono T700 es ultraligero (pesa solo 1680g),lo que ayuda a que subir cuestas y mantener velocidad en llano sea menos pesado mentalmente y físicamente. Además, la geometría está pensada para que no termines hecho polvo tras varias horas, algo que se agradece si no solo haces paseos cortos.

Otra cosa que mola es el manillar integrado con cableado interno, que no solo le da un look bastante limpio y moderno, sino que también reduce la resistencia al viento y filtra vibraciones incómodas del asfalto. La transmisión SENSAH EMPIRE PRO 2x12 es otro plus porque cambia rápido y con precisión, algo clave si te gusta ir ajustando el ritmo. Por lo que he visto, es una bici con detalles de calidad que podrían notarse mucho en cada salida. No será barata, pero si te mola pedalear en serio, merece la pena darle un vistazo.

La bicicleta SAVADECK de carretera en Negro es ideal para quienes están empezando a meterse en el mundo del ciclismo o para quienes buscan un modelo ligero para salir a rodar por asfalto sin complicaciones. Su cuadro y horquilla de fibra de carbono TORAY T800 la hacen ultraligera, con apenas 9.45 kg, lo que se nota mucho al subir pendientes o en recorridos largos. Además, montar esta bici casi lista para usar es un puntazo si no tienes mucho tiempo o experiencia armando bicicletas.

El sistema SORA R3000 de 18 velocidades ofrece cambios suaves y fiables, algo muy importante para evitar sorpresas cuando toca variar ritmo o afrontar diferentes terrenos. También resulta práctico que los cables vayan totalmente internos: protege los componentes de la lluvia, reduce posibles rozaduras y ayuda a que la bici aguante mejor el paso del tiempo. En resumen, parece una bici que cumple bien si buscas algo ligero, duradero y fácil de manejar sin volverte loco con demasiado mantenimiento.

Para quienes suelen salir en bici, tanto en montaña como en ciudad, tener a mano la botella de agua es clave, y con el portabotellas de NewTH eso se soluciona de manera sencilla. Es compacto, con unas dimensiones de 12.7 cms de alto x 7.62 cms de largo x 5.08 cms de ancho, así que no añade demasiado volumen ni peso extra. Además, al estar fabricado en fibra de carbono, es ultraligero y resistente a la corrosión, algo que se agradece cuando usas la bici a menudo o en diferentes condiciones climáticas.

Otro punto que gusta es lo fácil que resulta poner y sacar la botella, sin complicaciones ni movimientos raros, lo que da mucha libertad durante la ruta. También se puede instalar sin problemas en casi cualquier tipo de bici, desde plegables hasta eléctricas. No siendo un experto, parece un accesorio práctico y bien pensado para evitar líos con los portabotellas habituales. Si buscas algo funcional y duradero sin complicarte, merece la pena tenerlo en cuenta.