Los mejores accesorios para bicicleta del 2025

El inflador Zosenyer en Negro es un aliado perfecto para quien monta en bici con frecuencia y necesita algo fácil de llevar sin que ocupe nada de espacio. Sus dimensiones (21x4x2.5 cm) y su peso liviano (100g) hacen que puedas meterlo en la mochila o en la bolsa de la bici sin problema, ideal para escapadas largas o cuando no quieres cargar con un inflador grande. Además, está fabricado en aleación resistente, así que parece que aguanta bien el trote y las condiciones difíciles que puedes encontrarte en ruta.

Una chulada es que vale para las dos válvulas más comunes, Presta y Schrader, y que tiene manómetro para que no te pases o te quedes corto con la presión. Esto es un puntazo porque inflar sin control siempre da miedo, y aquí vas viendo cómo va quedando. También está pensado para que sea cómodo de usar, con un mango ergonómico y un soporte para engancharlo en la bici, así no lo pierdes. La verdad, parece un accesorio que aporta tranquilidad sin complicarte la vida.

Este soporte de suelo de Genérico es perfecto para quien guarda la bicicleta en casa o en el balcón y necesita algo sencillo y práctico. Si tienes una bici de carretera o montaña y no quieres estar lidiando con soportes pesados ni complicaciones, este modelo compacto y ligero entra fácil en la mochila para llevarlo donde haga falta. Además, olvídate de complicarte con ajustes raros: encaja al momento gracias a su diseño pensado para distintos cuadros.

Lo que parece muy útil es su base antideslizante y el diseño triangular que evita que la bici se caiga o se mueva aunque el suelo no sea el mejor. Esto es clave para no preocuparte por rachas de viento o superficies irregulares cuando aparcas. Así que, si buscas algo sin complicaciones que aguante bien la bici y ocupe poco, este soporte parece una solución bastante práctica y funcional.

Para quien suele moverse en bici por ciudad o montaña, este timbre de flintronic puede ser un buen fichaje. Es especialmente útil cuando quieres avisar a peatones o ciclistas sin tener que gritar, y el volumen puede llegar a 120 decibelios, que no es poco para que te escuchen bien. Además, el diseño compacto (2.54 cms de alto x 5.08 cms de largo x 2.54 cms de ancho) lo hace discreto y fácil de colocar en el manillar.

Lo que mola es que no necesitas herramientas para montarlo, la correa de silicona te lo pone fácil y aguanta bien con la lluvia, gracias a su certificación IPX4. Tiene una batería que dura bastante y hasta incluye alarma antirrobo, que aunque no sea infalible, da un plus de seguridad. Si buscas algo sencillo para mejorar la estancia y la seguridad en tus rutas, este timbre merece la pena echarle un vistazo.