Los mejores cubremochilas del 2025

Esta funda impermeable de KASESSS viene genial para quien pasa mucho tiempo al aire libre, ya sea haciendo senderismo, yendo en bici o incluso para estudiantes que llevan una mochila diaria. Está diseñada para mochilas medianas, hasta unos 40 x 32 x 20 cm, que cubre sin problemas y protege del agua y la nieve gracias al poliéster impermeable 190T, que, según lo que he leído, aguanta bien los chaparrones.

Además, tiene cintas reflectantes que dan un plus de seguridad al ciclista o peatón en días con poca luz o niebla. Eso siempre viene bien para evitar sustos por la noche. Se pliega y pesa poco, así que no molesta una vez guardada. En resumen, parece una forma práctica y fiable para cuidar la mochila cuando hace mal tiempo, sin complicaciones ni trastos grandes.

Para quien suele moverse con mochila de entre 30 y 50 litros, esta funda de lluvia Lafuma en naranja tiene pinta de salvarte más de un apuro cuando el tiempo se pone feo. Sobre todo si sueles andar por senderos o en la ciudad y no quieres quedarte con la mochila empapada o el contenido chorreando. Además, el logo reflectante añade un plus de visibilidad que nunca está de más, sobre todo en condiciones de poca luz.

Lo que mola es que pesa solo 70 gramos y es muy compacta, así que ni notas que la llevas hasta que la necesitas. Se guarda fácil y rápido, lo que viene genial para no ir cargado en absoluto. Parece muy práctica para esos días imprevisibles, y con la Garantía: 2 años da confianza que estén detrás del producto. Si buscas algo que proteja tu mochila sin complicarte la vida, esta funda tiene pinta de cumplir.

Para los que se mueven mucho con mochila por la ciudad o en rutas cortas de senderismo, el cubremochila VAUDE en naranja parece una solución práctica para esquivar esos chaparrones inesperados. Su talla única cubre mochilas de 15 a 30 litros, por lo que sirve para bastantes tamaños sin complicarse la vida. Además, está hecho con un material certificado Bluesign con ecofinish, lo que da confianza de que no solo protege de la lluvia, sino que también cuida un poco el planeta.

Me mola especialmente que tiene una abertura para la aleta del cinturón lumbar y que se ajusta con un cordón de cierre perimetral; así no tienes que andar reajustando cada poco. También lleva un logo reflectante que, aunque sea un detalle, suma en visibilidad cuando llueve y oscurece. Con 5.08 cms de alto x 12.7 cms de largo x 12.7 cms de ancho y 2 años de garantía, parece ser un accesorio robusto y confiable para llevar siempre a mano. No será un capricho, sino un complemento útil para viajes con lluvia.