Los mejores amortiguadores de bicicleta del 2025

Si sueles darle caña a la bici por caminos irregulares o simplemente quieres suavizar un poco el paseo, este amortiguador de M-Wave puede ser justo lo que necesitas para la parte trasera. Mide 165 mm y viene con todo lo necesario para montarlo, incluyendo tornillos, lo que facilita mucho la instalación sin tener que buscar extras. Al tener un cuerpo de aluminio y un muelle de acero negro, promete una buena combinación de resistencia y durabilidad. Lo que me parece interesante es que el recorrido del muelle es de 34 mm y la dureza está ajustada en 650, así que debería ofrecer un buen equilibrio entre absorción y firmeza sin irse a algo demasiado blando o incómodo. Además, el tamaño de montaje está bastante estandarizado, lo que da confianza de que encajará en muchas bicis traseras sin líos raros. En definitiva, si quieres mejorar la comodidad sin complicarte, este amortiguador tiene pinta de cumplir sin más drama.

Si sueles hacer rutas en bici por caminos irregulares o simplemente quieres un plus de comodidad en tus trayectos, el amortiguador de sillín Vusddy puede venirte bien. Está pensado para bici de montaña y carretera, y permite ajustar la suspensión según tu peso o cómo prefieras la sensación, algo que no siempre encuentras fácil en amortiguadores básicos. Además, aguanta hasta 100 kg , así que si no eres un peso pluma, vas servido. Lo que mola es que no hace falta ser un manitas para instalarlo, con un destornillador y unos minutos lo tienes listo. El resorte es de aleación y parece bien robusto, diseñado para absorber golpes y darle un respiro a la espalda cuando el terreno se pone complicado. Por lo que he leído, es una opción práctica y con componentes de calidad justa para quienes buscan mejorar el confort sin complicarse mucho.

Si tienes una bici con cables internos y te molesta ese ruido constante de los cables rozando el cuadro, este amortiguador de TorchPilot puede ser justo lo que necesitas. Está pensado para quienes buscan una solución sencilla para eliminar esos sonajeros y proteger los cables de freno o hidráulicos sin complicarse mucho. Además, al ser flexible y adaptable, encaja bien en el interior del marco sin torcerse ni aplastarse, lo que facilita mucho el montaje. La funda de espuma blanda que usa realmente ayuda a absorber vibraciones y evita el desgaste por roce, algo que se agradece cuando haces rutas largas o con terreno irregular. Con casi dos metros de largo, cubre cables de hasta 6 mm, así que vale para la mayoría de bicicletas urbanas o de montaña. Aunque no lo haya probado personalmente, el diseño apunta a ser duradero y práctico, con la garantía de calidad que suele ofrecer TorchPilot . Si quieres algo para dejar de escuchar esos ruidos molestos, parece una buena apuesta para mejorar el confort sin complicaciones.